|

Por fin se acerca el final de la etapa más dura del trabajo que desempeño...............Mira que es diícil. A alguno de ustedes le ha tocado trabajar con personas que parecieran no tomar en serio su chamba?, quizás algunas veces.

Qué hacer cuando pareciera que la única forma en que hacen un trabajo de calidad, es cuando uno blande un látigo sobre sus espaldas?. Cuando llegué a esta tierra, alguien me dijo que lo primero que tenía que conseguir era un látigo. Estas personas tienen tan arraigada la figura acerina del patrón, que es como si la mano dura fuera la pila que los mueve. Cuanta razón tenían..............en fin, creo que vale la pena escribir sobre ello algún día.

Transcribo uno de mis poemas en este sentido, digo, del trabajo duro....................je, de hace muchos años.. 1988. Perdón si hay errores, en ocasiones esta clase de patinones son los que le dan emoción a los recuerdos cuando los vuelo a leer........dusfrútalo

Infierno

Silente la casa del herrero, rota en fragmentos de luz y fuego,
en las paredes, retratos de flores incandecentes,
que juntas recuerdan al sol caliente.

Puertas oscuras hacia los semidioses,
sordos testigos del trabajo de enfrente,
látigos de humo que pretenden flagelos
cuando su esencia es de vana conciencia.

Esclavos sin mente rodean los grifos,
sus lenguas quietas ardidas esperan
momentos propicios en tiempos fríos
para alcanzr el demonio con voces de hielo.

Así es nuestro infierno,
quieto y pasmoso;
En donde a pesar de todo,
las almas trabajan con gusto y asombro.


13 de Mayo 1998

0 comentarios: