Torero

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Que difícil...
Profesionista con posgrado, inteligencia arriba del promedio, inventivo... ¡Demonios! ¡¿Cuanta gente debe haber como yo?!  A veces me pregunto que debo hacer; tantas cosas que me hacen falta y sin embargo no tengo los recursos. Precisamente en puerta un viaje que deseo y que mi familia lo anhela también, todo se vino abajo y ahora mismo estoy con un palmo de narices, la tristeza atormentándome y para rematar, la gastritis que nunca había padecido. Trabajo en la empresa mas importante del mundo pero después de tantos años, sigo estancado, con un jefe que me bloquea y que no tiene los huevos para pelear por él y por mi... ¿Que porqué sigo aquí? Ni yo mismo lo sé. La paga no me alcanza para nada y sin embargo estoy consciente que en ningún otro lado me darían un cheque parecido. Mi formación es tan especial, que mi nicho es demasiado pequeño y para rematar, la ciudad donde vivo no ofrece ninguna oportunidad relacionada con lo que se hacer. ¡Maldita sea!
Desde hace un tiempo hay la intención de cerrar el departamento para el cual trabajo, son malas noticias. Por primera vez en mucho tiempo debo enfrentarme a la posibilidad de quedarme sin trabajo, imagínense eso a mi edad. Siempre he alardeado que encontraría la forma de salir de un hoyo como ese, pero como todo buen primerizo, el temor a lo desconocido no me es indiferente. Si viviera en una ciudad como Monterrey, el D.F. o Guadalajara.... pues bueno, esa sería otra historia; pero vivo aquí, en la ciudad hermosa vestida de albo en donde no pasa nada, donde la gente vive del gobierno y comerciar... en donde no se produce nada y sus suelos son tan broncos que no dan absolutamente nada. La gente vive de la burocracia y los restaurantes.

Burócrata, restaurantero... quizás. Me atrae mas la posibilidad de ser maestro. Hay un buen número de Universidades pero me pregunto cuantas horas tendría que dedicar a la docencia para sacar apenas para las colegiaturas.  La situación -y los sueldos- de los maestros universitarios no me parecen que sean mucho mejores que la de los maestros de primarias y secundarias. ¡Qué cosa! ¡De veras que quería ese viaje! Hace ... hace tanto tiempo que no veo a mis padres. Viajamos o comemos, bonito dilema.  Me podrán decir que siempre valdrá la pena hace el sacrificio por la familia .. pero es que son tantas la deudas. Tan sencillo como que tuve que pedir prestado una pequeña fortuna para cubrir pre inscripciones, ¡Soy un cliente distinguido del Monte de Piedad! Y bien que lo soy, también a ellos les debo la vida y la comida de no pocos días.

El miedo al cambio es cabrón, y el miedo es un viejo conocido mio, demasiado viejo para mi pesar... desde mi niñez  ¡Oh Dios! Quisiera ser como un torero.....